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 GOLIAT

 

Del Gigante a la Humanización de los Dioses

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“Creo que es más valiente el que vence a sus deseos que aquel quien vence a sus enemigos, porque la victoria más grande es sobre uno mismo”.  

                                                                                                    Aristóteles

 

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La humanización de los dioses decía M.Finley* fue un paso asombroso y de gran audacia, ya que al describir seres sobrenaturales ya no como espíritus sin forma, sino como hombres y mujeres, con formas humanizadas y pasiones humanas, se cargó así de orgullo a la propia humanidad. Creando a los dioses de esta manera, el hombre se decía a sí mismo semejante a los dioses.

 

Marcos Palacios (Lima 1977) Desea así presentar un compendio de seis pinturas desde donde quiere evidenciar a Dioses humanizados, arrebatados del edén para compartir y fraternizar desde un punto de vista en el cual no se reflejan sus cualidades esenciales, sino más bien su lado menos divino, donde cada uno de ellos posea diferentes sentimientos por los mortales.

 

Podríamos aseverar partiendo de aquí entonces que los dioses conviven desde este punto sin ser seres supremos, sin embargo podemos decir que podrían estar creados por la imaginación del hombre para dos cosas primordiales; la primera, proyectar su deseo de ser inmortales y la segunda justificar la naturaleza de sus vidas.

 

Hegel escribió alguna vez acerca de los dioses griegos, definiéndolos como la encarnación artística de la individualidad espiritual, diciendo que ellos padecen de tristeza al saberse impotentes frente al destino, la superioridad de ello permanece abstracta frente a la determinación de lo divino desde lo humano. El destino no es susceptible de configuración alguna, es la mera necesidad que no puede concretizarse y a la que, lo divino-humanizado tiene que subordinarse.

 

Con Goliat Palacios ha querido hacer otra en particular, ya que no siendo un Dios lo trae convertido en un ser dispuesto a dar protección, un mortal gigante, soldado que se muestra amable y ajeno a los convencionalismos de su historia.

 

De esta forma la exposición reflexiona sobre el cambio argumental ante puesto sobre lo finito, asumiendo para tales fines imágenes que dejan entrever expresivamente la humanización de las formas.

 

©Pablo Villaizán
Lima, Mayo 2015

 

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*Moses I. Finley (20 de mayo de 1912, Nueva York -23 de junio de 1986, Cambridge, Reino Unido) fue un historiador de origen estadounidense, luego nacionalizado inglés, especializado en la Antigua Grecia.

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